PLANTA * PEZ

Que los busquen hasta por debajo de las piedras, que príncipes y presidentes pidan por su liberación, que senadores y diputados manden palabras de aliento a sus familias.

Queremos que todos sean el licenciado Diego Fernández de Cevallos, aunque no sean licenciados en realidad, aunque muchos ni siquiera sepan leer o escribir, hablar español siquiera, aunque no hayan ganado nunca juicios al Estado, o no fumen puros.

Mi tía quiere que asi sea, desde el 71 para ser exactos, quiere que encuentren a Rolando, cada día sueña que aparecerá por la puerta y le dará una buena explicación por su ausencia.

Ellos no son influyentes, ni ricos, no tienen ranchos en Querétaro ni en ninguna parte.

Las teorías de sus desapariciones son variadas, pero nada que ver con las que rodean al secuestro del licenciado, ellos desaparecieron por defender la tierra, el trabajo, y la autonomía de sus pueblos, la libre expresión, la dignidad. No por defender empresarios.

Jamás ganaron millones con eso, no podrían pagar un cuantioso rescate.
Nunca se les ha dado importancia, por lo menos no importancia oficial, son solo un número, un número de "supuestos desaparecidos", cuando la ausencia está en sus casas, en sus escuelas, en el campo, ante sus hijos.

Y es justo por eso, que queremos que todos sean Diego Fernández de Cevallos, que los busquen, y los regresen, aunque ellos no sean "indispensables para la estabilidad democrática del país".